Quimica Allende

Los productos químicos de limpieza que no debe mezclar

Considere este artículo como una intervención sobre los productos de limpieza. Nuestro objetivo es ayudarle a preservar su salud y evitar que cometa uno de esos cinco pecados relacionados con los productos de limpieza al mezclar los productos químicos de limpieza equivocados.

Nos alegra saber que te interesa limpiar tu casa y elaborar tus propias soluciones de limpieza.

Sin embargo, debes saber que hay algunos productos de limpieza que nunca debes mezclar, ya que pueden ser peligrosos para tu salud y la de tu familia.

Lejía y vinagre

¿Se puede mezclar lejía y vinagre?

Respuesta corta: No.

Mezclar lejía y vinagre crea gas cloro, que puede causar graves daños en la piel, los ojos, la garganta y los pulmones al inhalarlo. Y por «daños» nos referimos a quemaduras de tercer grado. No se recomienda jugar con el cloro ni mezclarlo con nada.

Mezclar ácido clorhídrico diluido y cloro crea un gas peligroso.

¿Qué hacer en su lugar?

Cuando compres una botella de lejía, recuerda que tiene un periodo de caducidad. Su eficacia empezará a disminuir a partir del sexto mes.

En lugar de intentar hacerla más fuerte añadiendo vinagre, mejor ve a la tienda y compra una botella nueva. Después de todo, ¿qué es un paseo más a la tienda comparado con inhalar vapores venenosos?

Lejía y amoníaco

¿Cloro gaseoso o tal vez no?

Mucha gente piensa que mezclando lejía y amoniaco se obtiene cloro. Sin embargo, esto es falso. Al combinarlos no se forma cloro amarillo. Lo que sí produce es gas nitrógeno, que es aún más peligroso.

También producen muchos productos tóxicos, como trazas de hidracina, cloramina, dicloramina y tricloruro de nitrógeno. Aunque no estés creando gas cloro, mezclar lejía y amoniaco puede producir muchos subproductos insalubres.

¿Qué hacer en su lugar?

Aquí tienes dos opciones. La primera es comprar otros productos de limpieza que no sean tóxicos, como detergentes para la ropa o limpiadores de baños y suelos.

La segunda opción es utilizar vinagre blanco destilado o bicarbonato sódico. El vinagre mata el moho, y el bicarbonato puede ser una buena solución, sobre todo mezclado con un jabón suave. Aunque estas sugerencias pueden no ser tan prácticas, los expertos en limpieza confirman que son mucho más seguras y ecológicas.

Cloro y amoníaco

Bomba de cloro

Un dato interesante es que el cloro reacciona con el amoniaco de dos formas distintas. El cloro reaccionará con un exceso de amoniaco, formando nitrógeno y cloruro de amonio. Sin embargo, cuando se trata mucho cloro con amoniaco, se crea tricloruro de nitrógeno, que es un explosivo muy potente.

¿Qué hacer en su lugar?

Las soluciones en este caso son las mismas que para mezclar lejía y amoniaco. Es crucial no mezclar nunca cloro y amoniaco, excepto si eres un experto en química. Aunque no produzcas una explosión, hay otras sustancias químicas peligrosas que podrías crear.

Acetona y lejía

Cloroformo

Mezclar acetona y lejía puede ser extremadamente peligroso. Como ya habrás adivinado, mezclar lejía con cualquier cosa no es una buena idea.

Cuando hablamos de mezclarla con acetona, hablamos de una de las reacciones orgánicas más antiguas que se conocen para producir el producto químico cloroformo, que puede dejarte inconsciente en cuestión de minutos. Es altamente tóxico y también puede causar daños en los órganos.

Si no se produce cloroformo real, ya que esto depende del tipo y la cantidad específicos de lejía y acetona que se utilicen, aún se pueden formar otras sustancias químicas tóxicas, como el fosgeno.

¿Qué hacer en su lugar?

Existen tres alternativas:

  • En lugar de utilizar acetona, utiliza agua. Prepara una solución de lejía y agua. Lo mejor es una parte de lejía por tres de agua.
  • Utiliza un detergente doméstico, como el spray blanqueador Domestos.
  • Utiliza sólo lejía. Es más fuerte que los dos anteriores. Sin embargo, asegúrate de trabajar en una zona bien ventilada, ya que inhalarla durante mucho tiempo también puede ser peligroso.

Vinagre y peróxido de hidrógeno

Ácido peracético

Estos dos ingredientes se conocen comúnmente como soluciones de limpieza naturales. Puedes utilizarlos por separado sobre la misma superficie, pero no los mezcles en el mismo recipiente. Crearás algo llamado ácido peracético. Los riesgos para la salud no son muy conocidos, pero en concentraciones suficientemente altas, el ácido peracético es muy corrosivo y puede causar mucha irritación en la piel, los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones.

¿Qué hacer en su lugar?

Puedes hacer de tu cocina un lugar más limpio y seguro y combatir las bacterias sin exponer a tu familia y a ti mismo a productos químicos tóxicos que además dañan el medio ambiente. Utiliza un spray desinfectante sencillo y seguro. Además, no es caro. Otra opción es utilizar el vinagre y el agua oxigenada, como ya hemos dicho, en la misma superficie pero por separado.

Para llevar

No intentes jugar a ser químico casero. En realidad, no mezcles productos de limpieza. Punto.

En su lugar, utiliza los limpiadores que ya vienen premezclados y lee nuestro blog para obtener más ideas. Confía tus tareas domésticas a un limpiador profesional con experiencia que pueda ofrecerte los resultados deseados sin riesgos innecesarios.

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