La polimerización es un proceso químico mediante el cual moléculas más pequeñas, llamadas monómeros, se combinan para formar una molécula de gran tamaño conocida como un polímero. Estos polímeros se componen de unidades repetitivas de monómeros que se unen a través de enlaces químicos.

Existen dos tipos principales de polimerización: la polimerización por adición y la polimerización por condensación.

1. **Polimerización por adición:** En este proceso, los monómeros se unen para formar polímeros sin la eliminación de subproductos. Sucede cuando los monómeros insaturados (que contienen dobles enlaces) reaccionan entre sí para formar largas cadenas de polímeros. Un ejemplo común es la polimerización del etileno para formar polietileno, un tipo de plástico.

2. **Polimerización por condensación:** En este caso, los monómeros reaccionan para formar un polímero con la eliminación de un subproducto, generalmente agua u otro compuesto. La reacción de policondensación es un ejemplo común, donde dos tipos de monómeros se unen y liberan una molécula más pequeña, como agua, en el proceso de formación del polímero. Ejemplos incluyen la formación de poliésteres y poliamidas.

La polimerización es fundamental en la fabricación de una amplia gama de materiales, desde plásticos y cauchos hasta fibras y adhesivos. Puede ser controlada y manipulada mediante la variación de las condiciones de reacción, lo que permite obtener una amplia gama de propiedades en los polímeros resultantes, como la resistencia, la flexibilidad, la transparencia, entre otras.